La nariz es una estructura anatómica que no sólo permite filtrar, calentar y humidificar el aire que respiramos, sino que también da forma a nuestra cara y define la apariencia física de la misma. Una nariz puede pasar desapercibida a la vista de los demás o, debido a su aspecto particular, puede llamar la atención del observador de manera que se convierta o bien en una seña de identidad del propietario o bien en una fuente de preocupación por su apariencia física.
Consideraremos una nariz armónica, aquella que se integra en la cara del sujeto sin llamar la atención del observador. Sin embargo, la belleza de una nariz está bien descrita por su simetría en la cara y los ángulos y proporciones de ésta con respecto a otras estructuras anatómicas de la cara.
La excesiva deformidad externa de una nariz puede, además de causar una insuficiencia respiratoria nasal, convertirse en una fuente de preocupación y causar un problema psicológico en el paciente. Aunque se está popularizando cada vez más la rinomodelación (inyección de fillers para modificar la forma de la nariz), para corregir esta deformidad de forma definitiva, el paciente deberá someterse a una rinoplastia.