Causas y síntomas de la otitis externa

La otitis externa puede ser localizada, siendo esta producida por una foliculitis; o difusa, que es una inflamación de todo el epitelio del conducto auditivo externo (CAE), generalmente por una infección. Suele ocurrir en los meses estivales. Cuando el epitelio se humedece por exposición continuada al agua y carece de su capa de protección, proliferan bacterias y/u hongos, que provocan dicha infección.

Existen condicionantes individuales que facilitan la aparición de otitis externa: exceso de sudoración, traumatismos por lavados auditivos muy frecuentes y/o con bastoncillos y otros utensilios sólidos, ausencia de cerumen, duchas frecuentes y muy calientes e incluso alergia, estrés, ambiente polvoriento, etc.

Esta inflamación puede extenderse desde el CAE hasta el pabellón auricular o al tímpano. Produce síntomas como dolor que puede llegar a ser intenso, secreción por el oído, picor, sensación de plenitud en el oído y sordera leve. La presión sobre la salida del conducto, la movilización de la oreja o los movimientos de masticación pueden desencadenar el dolor en casos severos. El picor es un síntoma muy frecuente y a veces es el único síntoma.