Ardor, picazón y sequedad en la lengua: ¿qué me está pasando?

El síndrome de la boca ardiente (SBA) es una condición médica que se caracteriza por una sensación de ardor, quemazón o picazón en la boca, lengua, labios y otras áreas de la cavidad oral. Esta sensación a menudo puede ser dolorosa e incómoda, y en algunos casos puede afectar la calidad de vida de quienes lo padecen.

Síntomas:

• Sensación de ardor o quemazón en la boca, lengua, labios, encías o garganta.
• Picazón, entumecimiento o sensación de hormigueo en la cavidad oral.
• Sabor metálico o alterado en la boca.
• Sequedad bucal o aumento de la sed.
• Sensibilidad a ciertos alimentos, bebidas o temperaturas extremas.
• Aumento de la sensibilidad al calor o alimentos picantes.
• Puede haber síntomas emocionales como ansiedad o depresión relacionados con la incomodidad que causa esta condición.

Causas posibles: La causa exacta del síndrome de la boca ardiente a menudo es difícil de determinar y puede variar de persona a persona. Algunas posibles causas y factores contribuyentes incluyen:

• Disfunción del sistema nervioso que afecta la sensación de dolor y gusto.
• Cambios hormonales, como la menopausia.
• Problemas autoinmunitarios.
• Alergias o reacciones a ciertos alimentos o ingredientes.
• Deficiencias nutricionales, como de vitamina B12 o hierro.
• Medicamentos que pueden afectar la mucosa oral.
• Estrés, ansiedad o problemas psicológicos.

Diagnóstico y Tratamiento: Dado que el síndrome de la boca ardiente puede ser complejo y tener múltiples causas posibles, el diagnóstico y tratamiento generalmente son llevados a cabo por otorrinolaringólogo o estomatólogo. El diagnóstico puede requerir exámenes físicos, análisis de sangre y pruebas específicas para descartar otras condiciones similares.

El tratamiento puede variar según la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. Algunas opciones incluyen:

• Manejo del estrés y la ansiedad, que pueden estar relacionados con los síntomas.
• Cambios en la dieta y evitación de alimentos desencadenantes.
• Uso de enjuagues bucales o pastas dentales específicas.
• Suplementos nutricionales si se identifican deficiencias.
• Terapia farmacológica para el alivio del dolor.